El conflicto es parte natural de la vida desde que el hombre apareció en la Tierra enfrentó los problemas y ha ideado formas de solución desde las formas más primitivas hasta las más elaboradas en los tiempos actuales.
Se debe afirmar que a lo largo de toda la historia los conflictos se resolvieron típicamente en dos formas: violenta y pacífica o amigable. Entre estos dos extremos se dan matices intermedios que conjugan ambas formas.
En este sentido, existen diversas actitudes ante el conflicto organizativo donde los gerentes deben prestar mucha atención al cambio en las últimas cuatro décadas resulta bastante significativo. La concepción del problema como algo inherente a la vida de las organizaciones puede considerarse relativamente reciente.
Ante un conflicto, las perspectivas del personal operativo protagonista de conflictos difieren de los del personal directivo o alta gerencia, generalmente solucionador de los mismos. El segundo contesta a lo que debería ser, una valoración negativa lo situaría en responsable de la situación, el primero realiza una ponderación más próxima a la realidad, dado que sufre las consecuencias directas de un tratamiento no adecuado del conflicto.
El medio para resolver esto puede ser la negociación y la cooperación, sin embargo, la primera requiere confrontación. Puede afirmarse que en la ya mencionada las partes enfrentadas se reúnen para encontrar la solución óptima de su problema (consenso).
Se examinan las causas del aprieto y se buscan los métodos para resolverlo, a menudo se llega a una solución razonable si se cuenta con un líder hábil y se está dispuesto a aceptar el estrés que sienten todos los interesados.
La negociación colectiva entre empresarios y sindicatos, o dirección y empleados, es una muestra de esta estrategia de manejo del conflicto.
¿Cuándo utilizar las diferentes estrategias de solución de conflictos?
• Cuando una cuestión es insignificante o bien urgen otras más relevantes.
• Cuando no se perciben posibilidades de satisfacer los intereses personales.
• Cuando las consecuencias negativas superan los beneficios de la solución del conflicto.
• Para lograr que la gente se tranquilice y recobre la objetividad.
• Cuando la obtención de información es más importante que tomar una decisión inmediata.
• Cuando otros pueden resolver mejor el conflicto.
También es importante añadir que el conflicto puede resolverse a través de soluciones no integrativas (una parte cede) y soluciones integrativas (las partes en conflicto tratan juntas de encontrar la solución).
En vez de suprimirlo o intentar llegar a un compromiso, procuran abiertamente encontrar una solución aceptable para todos. Las diversas actitudes para la resolución del conflicto definen a partir de la asertividad (capacidad del directivo de plantear objeciones; por tanto, de hacer prevalecer su opinión) y de la cooperación (capacidad del directivo de intentar satisfacer los intereses de la otra parte).